“Es durante los primeros años
de vida que los estímulos educativos, tan importantes en la escuela como en la
familia, tienen la responsabilidad de despertar en el individuo la capacidad
creadora, la identidad y los deseos de comportarse como un ser activo en su
entorno social, que forje su realidad haciendo uso de la reflexión. En esta
etapa, la exposición al arte juega un rol fundamental. El despertar del arte permite al ser humano
adquirir conciencia de sí mismo, le obliga a cuestionarse el entorno que le
rodea, buscando respuestas dentro de él mismo. La actividad artística permite
al ser humano reconocer su rol creador de forma lúdica y natural.”
“El arte permite al niño sentirse
protagonista no sólo de su existencia, sino de la historia; registrando su
legado creativo en el tiempo y espacio, construyendo en pequeños bloques la
realidad de todos. Además, desarrolla la capacidad de pensamiento consciente y
razonamiento crítico.”
“Las actividades artísticas como
herramientas formativas moldean la disciplina, fomentan la belleza, enseñan a
trabajar en equipo, promueven el respeto; habilidades que hacen de los jóvenes
artistas unos adultos comprometidos, preparados a enfrentar los retos futuros y
dispuestos a adoptar el liderazgo en el ambiente laboral o social del que
formen parte.”
“La
práctica regular de las actividades artísticas desde los primeros años de
infancia y hasta la adolescencia es esencial para el desarrollo físico, mental,
psicológico y social. La participación artística fortalece el carácter,
alimenta el espíritu, mejora el rendimiento escolar y contribuye a reducir los
malos hábitos.” (Mercado, A. 2011).
Referencia
Mercado, A. (2011). La importancia de la expresión artística en
el desarrollo humano. Recuperado de: http://suite101.net/article/la-importancia-de-la-expresion-artistica-en-el-desarrollo-humano-a60732.
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